IMPLANTAR ÓRGANOS EN EL NOMBRE DEL ARTE
Como si dos orejas no fueran suficiente, un artista australiano llamado Stelarc decidió implantar una tercera por debajo de la piel de su brazo.
Este artista de performance quiere hacer de su brazo un dispositivo acústico al conectar un micrófono en la oreja implantada. El proceso tomó más de una década y, dice, requerirá otro año para que sus células se desarrollen completamente en la estructura de la oreja.
Una vez que la oreja esté completamente desarrollada, el órgano será conectado de forma inalámbrica a internet y permitirá al artista compartir lo que su tercer oído oye con todo aquel que lo quiera sintonizar.
Pero, en serio, ¿quién quiere escuchar a un brazo?
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